Cuando la desesperación llega, es fácil pensar que siempre será así. Pero ¿y si un cambio en tu manera de pensar pudiera romper ese ciclo? Tus pensamientos tienen el poder de interrumpir la desesperación, especialmente cuando dejas de enfocarte en lo que pasó y comienzas a confiar en el Dios que nunca te ha dejado.
Referencias Bíblicas:Salmo 77:1-12, 19Éxodo 14:11, 26-28Éxodo 15:1