Cada día, más de un millón y medio de personas faltan a su puesto de trabajo en España, en su mayoría por causas médicas. El trabajo las enferma, física o mentalmente. El absentismo laboral ya es estructural y cuesta 30.000 millones de euros al año. Por ello, el Gobierno abre ahora la puerta a que profesionales de ocupaciones especialmente duras —como los camioneros, las camareras de piso o los auxiliares de residencias— puedan jubilarse antes.
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