Un grupo de mujeres, que por su edad son consideradas población en riesgo ante la pandemia por COVID-19, escapó del encierro sin violar la medida de sana distancia. El club fraguó su estrategia desde noviembre de 1993, cuando sus fundadoras se conocieron en la ciudad de Aguascalientes. Son conocidas como “Mujeres que leen” y la clave de su escape fueron libros.