Durante 8 semanas, Natalia ha cuidado de su marido día y noche. Las calenturas, los dolores de cabeza intensos, pero sobre todo la incertidumbre de no saber qué iba a pasar con su compañero de vida, sumado a la frustración de no poder hacer mucho por ayudarlo, consumieron todo el tiempo y toda la energía de su familia. Esta es su historia: