La industria de servicios ha sido de las más golpeadas por la emergencia. Particularmente los restaurantes en estados como Nueva York y Nueva Jersey en donde el virus se ha mostrado implacable. Los pocos negocios que permanecen abiertos han perdido clientes y hablan de una disminución considerable en sus ingresos. Parece que hay pocas razones para ser optimistas en el menú, pero eso no detiene a María Fernanda Lorenzo y a su esposo. Esta es su historia.